Pronostican un verano más cálido y húmedo que lo habitual en Mendoza

El Servicio Meteorológico Nacional emitió el pronóstico para este verano y se conoció que hay entre un 40% y 45% de probabilidades que las temperaturas en Mendoza sean más altas que lo habitual. Lo mismo ocurre con las precipitaciones, es posible que sea más húmedo que años anteriores.

El fenómeno no afecta mucho al llano de Mendoza pero sí a la zona de alta montaña y existe una gran probabilidad de que haya más viento Zonda al haber más humedad en la alta montaña. Sin embargo, esto puede no ser tan lineal, comentó el meteorólogo Mariano García.

La corriente de El Niño sucede porque hay un calentamiento oceánico, si bien los científicos no han podido develar qué es lo que inicia el proceso, se conoce que cuando las condiciones de presión del aire cambian sobre el Pacífico ecuatorial afectan a los vientos alisios del sureste que normalmente soplan de este a oeste.

Más de 40% de probabilidades de un verano más húmedo

El especialista Juan Antonio Rivera, investigador del Conicet, Doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos y Licenciado en Ciencias de la Atmósfera, aseguró que la preocupación no se centra en las altas temperaturas sino en las precipitaciones en una charla dada en la UTN en octubre de este año.

Cuando se concentra la precipitación en cortos plazos de tiempo puede causar daños.

En la temporada primavera verano existe una probabilidad mayor de registrar precipitaciones en forma de granizo por encima de lo normal.

Por otra parte, los eventos de precipitaciones que se dieron en el invierno tuvieron mucho que ver con la llegada de El Niño. Mendoza no recibe la misma cantidad de vapor de agua que misiones o el norte de argentina o la zona de la cuenca del plata.

En el verano empezará a dominar el factor "transporte de humedad" en meses cálidos asociada tanto al océano atlántico y la cuenca del Amazonas.

Sin embargo, el especialista sostiene que no es una línea estática, es decir, esto puede variar. El dominio de las precipitaciones en la zona de Mendoza es durante los meses de diciembre y enero. Esto puede variar porque hay otros factores que pueden incidir y cambiar.

En cuanto a las altas temperaturas, no son tan preocupantes y están íntimamente relacionadas con el cambio climático.

Las olas de calor no tienen tanto que ver con el fenómeno de El Niño sino con el calentamiento global.

Por otra parte, el invierno próximo podría ser prematuro por lo que se puede observar en los mapas del servicio meteorológico de la provincia.

La corriente de El Niño y sus orígenes

Los pescadores del Atlántico Norte cerca del 1.600, se dieron cuenta que cerca de la época de Navidad si el agua era más cálida de lo habitual ocurrían ciertos cambios meteorológicos los meses posteriores. Midiendo una variable se podía tener una idea de lo que iba a ocurrir los siguientes meses, sostiene el especialista Mariano García.

Posteriormente se realizaron estudios y en ellos se pudo observar que dependiendo de la intensidad de los vientos alisios del Ecuador se podía conocer cómo iba a ser el verano o el invierno. Al medir esos vientos, si se desaceleraban o aceleraban podían modificar las condiciones de esa temporada.

Según el Servicio Meteorológico Nacional el ENOS (El Niño-Oscilación del sur), conocido como El Niño, es un fenómeno climático natural que tiene una recurrencia de entre 2 y 7 años, en el 2015-2016 fue el último. La duración es de un año, por lo que se estima que finalice en la primera mitad del 2024.

Desde mediados de julio se observó un debilitamiento de los vientos alisios en el Pacífico ecuatorial y en septiembre se confirmó su llegada. La temperatura del océano se va incrementando hasta que llega su pico en diciembre y después tiende a decaer.