Se trata de un modelo que, bajo unas líneas elegantes y afiladas, esconde el respetado y alabado motor V8 biturbo

El 3.8 litros turboalimentado capaz de conceder 620 CV de potencia a 7.500 rpm, y 760 Nm de par máximo, que le permite alcanzar los 320 km/h de velocidad máxima y pasar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos.

Una Bestia V8

Una fuerza que se envía a la ruedas por la transmisión de doble embrague y ocho velocidades DCT, la misma que se introdujo en el Ferrari SF90 Stradale, el primer cavallino de producción híbrido enchufable. 

En su caso, eso sí, la potencia se elevó hasta los 1.000 CV a la par que el tiempo de aceleración desde parado hasta los 100 km/h menguó casi un segundo, hasta los 2,5 segundos.

El Ferrari Roma es otra oda por parte de los italianos al glamuroso propulsor

En cuanto al exterior del Ferrari Roma, presenta unas dimensiones de 4,65 metros de largo, 1,97 m de ancho y 1,30 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,67 metros (la misma que el California T), y detiene la báscula en 1.472 kilos de peso.

Un modelo despreocupado y placentero

Respecto a su diseño, el coupé 2+2 apuesta por unas proporciones refinadas y un diseño atemporal, manteniéndose fiel al estilo del distinguido alargado capó, que en esta ocasión culmina en una parrilla de novedoso diseño respecto a lo visto en la firma, y unos faros estirados y rasgados por una fina tira de LED.

El lateral, de líneas fluidas, conduce hasta unos hombros bien elevados y una zaga donde la caída del techo es evidente. El grupo óptico también presenta una tira LED horizontal al igual que ocurre en los delanteros, mientras que un portentoso difusor acoge un par de dobles salidas de escape, una a cada lado.

La firma del Cavallino Rampante detalla que el Ferrari Roma rinde homenaje al concepto de vida Dolce Vita que se implantó en la histórica capital europea durante los años 50 y 60, basado en la despreocupación y el placer.